En un entorno empresarial competitivo, la estabilidad financiera de una empresa depende en gran medida de la calidad de su gestión de crédito. No basta con vender: es esencial cobrar a tiempo y controlar el riesgo.
Los Indicadores Clave de Rendimiento (KPI) ofrecen herramientas precisas para medir la eficiencia del crédito, detectar anomalías y tomar decisiones basadas en datos.
El DSO mide el promedio de días que tarda una empresa en cobrar sus ventas a crédito. Es un termómetro de la eficiencia del proceso de cobro y revela la liquidez disponible para nuevas inversiones.
Fórmula: DSO = (Promedio de cuentas por cobrar / Ventas netas a crédito) × Número de días
Interpretación:
Para mantener un DSO saludable, DSO objetivo según el sector debe fijarse y revisarse periódicamente.
El CEI muestra el porcentaje de las cuentas por cobrar que efectivamente se cobran en un período. Indica el rendimiento del equipo de cobro y la calidad de las políticas crediticias.
Fórmula: CEI = (Importe cobrado / Total de cuentas por cobrar) × 100
Donde Total de cuentas por cobrar = Saldo inicial + Nuevas cuentas por cobrar durante el período.
Interpretación:
Para mejorar este indicador, Comparar el CEI en diferentes períodos y complementar con el DSO.
El PCE refleja el volumen total de crédito otorgado y pendiente de cobro en un momento dado. Revela cuánta deuda está en riesgo crediticio.
Fórmula: PCE = Suma de todos los saldos abiertos de los clientes (facturas vencidas y no vencidas).
Interpretación:
Se recomienda desglosar el PCE por cliente, producto o región para identificar áreas críticas.
Además de los KPI de crédito, conviene evaluar ratios financieros básicos para tener una visión integral:
Un análisis exhaustivo debe identificar clientes o sectores con mayor probabilidad de impago. Para ello, se emplean herramientas visuales como gráficos y mapas de calor que destacan patrones y tendencias.
La mejora de procesos implica integrar el control de crédito con el software contable y establecer revisiones regulares del desempeño individual. Es crucial medir tasas de contacto, promesas de pago cumplidas y tiempos de respuesta.
Fomentar la colaboración entre departamentos de ventas, finanzas y cobranza permite compartir buenas prácticas y optimizar resultados.
– Taurus Collections: Indicadores clave de control de crédito (DSO, CEI, PCE).
– Nepos: Indicadores de salud financiera (liquidez, solvencia, rentabilidad).
– Ibero: Indicadores para evaluar salud financiera (prueba ácida, razón corriente).
– Debify: Gestión de ingresos, liquidez y deuda sostenible.
– BBVA: Indicadores para medir salud financiera y riesgo crediticio.
– CCT Advisors: KPIs financieros clave (liquidez, margen de beneficio, flujo operativo).
Referencias