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Inflación Estructural: Un Reto Global Duradero

Inflación Estructural: Un Reto Global Duradero

05/12/2025
Felipe Moraes
Inflación Estructural: Un Reto Global Duradero

La inflación estructural es un desafío económico que trasciende las fluctuaciones cíclicas y exige una respuesta coordinada y a largo plazo. Más allá de simples subidas de precios, esta forma de inflación se arraiga en desequilibrios profundos y persiste incluso cuando la demanda se enfría. Comprenderla y actuar sobre sus causas fundamentales resulta esencial para proteger el poder adquisitivo de la población y asegurar un crecimiento económico sostenible.

Definición y Diferencias con Otros Tipos de Inflación

La inflación estructural deriva de rigideces en la estructura productiva, del mercado laboral, de la oferta y de las instituciones económicas. A diferencia de otras formas de inflación, no se limita a un exceso de demanda o a un shock puntual de costos, sino que se **autoalimenta** y se consolida en las expectativas de hogares y empresas.

En el modelo triangular inspirado en Keynes y la curva de Phillips, la inflación total se describe como la suma de tres componentes:

Las principales diferencias se pueden resumir en:

  • Inflación de demanda: ligada a estímulos monetarios y gasto público.
  • Inflación de costes/oferta: provocada por alzas súbitas en materias primas o salarios.
  • Inflación coyuntural: fenómeno transitorio que remite al desaparecer el shock.

Mecanismos de Formación de la Inflación Estructural

El proceso suele iniciarse con una fase de fuerte demanda o un gran aumento de costes (energía, salarios). Si estos shocks se prolongan, las empresas y trabajadores incorporan la inflación pasada en sus decisiones:

– Indexación de contratos y cláusulas de revisión salarial. – Fijación de precios con márgenes adicionales para anticiparse a futuros incrementos.

Con el tiempo, se consolida la espiral salarios-precios y las expectativas inflacionarias se desanclan, de modo que la inflación se mantiene incluso sin nuevos shocks. Entre los problemas estructurales más comunes destacan:

  • Infraestructura insuficiente que encarece transporte y logística.
  • Baja productividad y cuellos de botella en sectores clave.
  • Mercados poco competitivos y alta concentración de poder.
  • Rigideces laborales que dificultan la reasignación de trabajo.
  • Instituciones débiles y falta de coordinación de políticas.

Por Qué es un Reto Global Duradero

Desde 2021, la inflación mundial se disparó por la combinación de cuellos de botella logísticos, encarecimiento energético y tensiones geopolíticas. Aunque los bancos centrales han subido tipos, el Fondo Monetario Internacional prevé que la inflación global se mantenga cerca del 4,2 % a finales de 2025.

Más allá de factores coyunturales, cinco tendencias estructurales —las “5 D”— amenazan con elevar la inflación a largo plazo:

  • Descarbonización: inversiones verdes y precios del carbono elevan costes.
  • Demografía: envejecimiento y escasez de mano de obra intensifican presiones salariales.
  • Digitalización: aumento de poder de mercado de plataformas globales.
  • Desglobalización: cadenas de valor más cortas y menos competencia de bajos costes.
  • Deuda: gobiernos toleran algo más de inflación para erosionar pasivos reales.

Se estima que estas tendencias pueden añadir hasta un punto porcentual extra de inflación anual de manera permanente.

Efectos Macroeconómicos y Microeconómicos

Combatir esta forma de inflación con herramientas convencionales, como subidas bruscas de tipos o austeridad fiscal, suele tener altos costos sociales:

– Aumento del desempleo y freno de la inversión. – Caída del crecimiento potencial por incertidumbre y tasas elevadas.

Además, erosiona el poder adquisitivo de salarios y pensiones, afecta negativamente a los ahorradores y puede aumentar la desigualdad si no se actúa con políticas inclusivas.

Estrategias para Mitigar la Inflación Estructural

Para abordar este reto duradero, las soluciones deben ir más allá de la política monetaria. Algunas estrategias clave incluyen:

  • Fortalecer la infraestructura y mejorar la logística para reducir cuellos de botella.
  • Fomentar la competencia y romper oligopolios en sectores estratégicos.
  • Invertir en formación y movilidad laboral para reducir rigideces del mercado de trabajo.
  • Coordinar políticas fiscales, monetarias y de ingresos que promuevan la estabilidad.
  • Promover innovación y digitalización con un enfoque regulatorio que evite abusos de poder.

Además, es esencial diseñar mecanismos de indexación moderada y condicional que no alimenten automáticamente la espiral inflacionaria, sino que la anclen a metas de productividad y eficiencia.

Finalmente, la cooperación internacional puede facilitar mejores prácticas y financiamiento para inversiones verdes y tecnológicas, reduciendo el costo de la transición y amortiguando el impacto inflacionario.

En definitiva, la inflación estructural es un reto global que requiere un enfoque integral, combinando reformas institucionales, inversiones estratégicas y políticas coordinadas. Solo así podremos garantizar un futuro económico más estable, justo y próspero para todos.

Referencias

Felipe Moraes

Sobre el Autor: Felipe Moraes

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