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La Trampa de la Liquidez: Desafío para los Mercados

La Trampa de la Liquidez: Desafío para los Mercados

30/10/2025
Giovanni Medeiros
La Trampa de la Liquidez: Desafío para los Mercados

La trampa de la liquidez emerge como uno de los retos más complejos de la economía moderna, donde el dinero se estanca y los mercados pierden dinamismo. Este fenómeno no solo erosiona la eficacia de la política monetaria convencional, sino que redefine el comportamiento de inversores, empresas y hogares.

Concepto técnico de la trampa de liquidez

Definida por Keynes y la teoría macro estándar, la trampa de liquidez ocurre cuando los tipos de interés cercanos a cero o negativos generan una preferencia por la liquidez se vuelve absoluta. En estas circunstancias, los agentes económicos optan por mantener efectivo o depósitos ultra líquidos antes que asumir cualquier riesgo en activos financieros.

Aunque los bancos centrales inyecten más dinero en el sistema —mediante compras de bonos y flexibilización cuantitativa— este no fluye hacia la economía real. El resultado es una reducción de la inversión y del consumo, aun con oferta monetaria en máximo histórico.

  • Tipos de interés nominales cercanos a 0% o negativos.
  • Expectativa de subidas de tipos futuros.
  • Aumento de la masa monetaria y baja velocidad de circulación monetaria.
  • Inversión privada deprimida pese a crédito barato.
  • Riesgo de deflación y estancamiento económico.

Condiciones de aparición y contexto macroeconómico

La trampa de liquidez suele manifestarse tras prolongados periodos de política monetaria muy expansiva, marcados por tipos mínimos y compras masivas de activos. Se agrava al combinarse con choques negativos, alta deuda y pérdida de confianza privada.

En 2025, pese a la reciente normalización de tipos por parte de varios bancos centrales, persisten señales claras de estancamiento. El reducido crecimiento del crédito, junto a una inflación contenida alrededor del objetivo, indican que gran parte de la liquidez sigue atrapada en reservas bancarias.

  • Tipos oficiales en 5% en EE. UU. y cerca de 2% en Europa.
  • Inflación estabilizada, sin presiones deflacionarias graves.
  • Reservas en bancos centrales muy elevadas tras años de QE.
  • Crédito bancario estancado y selectivo.
  • Desapalancamiento del sector privado.

Impactos macroeconómicos y sociales

La persistencia de la trampa de liquidez frena el crecimiento potencial, genera crecimiento del PIB muy por debajo de lo esperado y mantiene el desempleo en niveles estructurales. El ahorro precaución se impone al gasto, ahondando la brecha entre oferta y demanda.

El sector empresarial acumula caja y pospone proyectos de inversión, mientras los hogares recortan compras de bienes duraderos y priorizan el pago de deudas. Esta dinámica alimenta un círculo vicioso: menos consumo, menos ingresos y más preferencia por liquidez.

  • Estancamiento del crecimiento real por debajo del potencial.
  • Desempleo estructural y subempleo persistente.
  • Aumento del valor real de la deuda y riesgo de deflación.
  • Empresas sin acceso efectivo a financiación de riesgo.
  • Bancos con exceso de reservas y criterios crediticios estrictos.

Desafío para los mercados financieros

Más allá de la economía real, la trampa de liquidez altera profundamente la mecánica y las señales de los mercados. Los inversores buscan refugio en activos ‘core’, mientras en los segmentos de mayor riesgo se prueba la resistencia de la liquidez disponible.

Mercados de renta fija

En este entorno, los bonos soberanos de economías avanzadas ofrecen rendimientos históricamente bajos. La combinación de compras masivas de bancos centrales y el temor a futuras subidas de tipos hace que la curva de rendimientos se aplane y los flujos se concentren en plazos cortos.

La reducción gradual de balances (QT) y la experiencia del “repo ruckus” de 2019 recuerdan que la escasez de reservas puede encarecer el financiamiento a corto plazo y disparar la volatilidad. Para 2025, con reservas alrededor del 12–13% de los activos bancarios, el riesgo de tensiones puntuales sigue vigente.

Mercado de acciones

Las condiciones de liquidez abundante y tasas bajas han impulsado una carrera hacia activos de riesgo, con concentraciones extremas en valores ‘estrella’. Sin embargo, un endurecimiento repentino o la retirada de flujos podría detonar correcciones bruscas.

La elevada volatilidad por shocks de liquidez se combina con riesgos geopolíticos e incertidumbre sobre la inflación. Los inversores deben evaluar la calidad de los balances corporativos y contemplar estrategias de diversificación para protegerse de gaps de precio en caso de ventas masivas.

Mercados de crédito y liquidez bancaria

Las nuevas normas de Basilea III/IV, junto con ratios LCR y NSFR más estrictos, han obligado a los bancos a mantener colchones de liquidez. Esto mejora su resiliencia, pero también reduce la capacidad de intermediación y amplifica posibles tensiones en momentos de estrés.

La contracción del balance de los bancos centrales y la regulación más exigente perfilan un escenario donde la escasez de liquidez supervisada podría convertirse en la principal fuente de volatilidad en los créditos sindicados y los mercados monetarios.

En definitiva, la trampa de liquidez representa un desafío sistémico que exige un enfoque integral. Los responsables de política, inversores y empresas deben adaptarse a un entorno donde el dinero ya no fluye con facilidad y las viejas recetas monetarias pierden poder de impulso.

Solo mediante una combinación de políticas fiscales coordinadas, reformas estructurales y una gestión activa de riesgos los mercados podrán navegar esta encrucijada. Comprender a fondo la naturaleza y las implicaciones de la trampa de liquidez es el primer paso para transformarla en una oportunidad de ajuste y resiliencia.

Giovanni Medeiros

Sobre el Autor: Giovanni Medeiros

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