La refinanciación es un proceso clave para optimizar nuestras finanzas personales y empresariales. Consiste en sustituir una deuda o préstamo vigente por otro con condiciones más ventajosas. Esta estrategia permite mejorar el flujo de caja, reducir costes y ganar flexibilidad al gestionar obligaciones económicas. Sin embargo, antes de embarcarse en esta operación, es esencial comprender sus objetivos, procedimientos, ventajas, riesgos y el momento adecuado para llevarla a cabo.
Al refinanciar, el prestatario busca sustituir una deuda existente por otra con mejores condiciones, ya sea una tasa de interés menor, plazos más largos o cuotas más bajas. Existen dos términos asociados:
Novación: renegociación de condiciones con la misma entidad financiera.
Subrogación: traslado del préstamo a otra entidad que ofrece mejores condiciones.
También se habla de reunificación de deudas en un solo préstamo, ideal para agrupar varios compromisos de pago y simplificar la gestión financiera.
La refinanciación aborda diversos objetivos, siempre encaminados a mejorar nuestra posición económica:
Referencias