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Tu Score Crediticio: Aliado o Enemigo del Préstamo

Tu Score Crediticio: Aliado o Enemigo del Préstamo

19/10/2025
Yago Dias
Tu Score Crediticio: Aliado o Enemigo del Préstamo

Tu score crediticio puede ser un gran aliado o un obstáculo inesperado en el camino hacia tus metas financieras. Comprender cómo funciona, cómo se calcula y cómo influye en la decisión de tu banco es esencial para tomar el control de tu futuro.

En este artículo exploraremos con profundidad desde los conceptos básicos hasta estrategias prácticas para mejorar tu puntuación y conseguir las mejores condiciones de préstamo.

Conceptos básicos que debes conocer

El score crediticio o scoring bancario es una puntuación numérica que sintetiza el riesgo que asume el banco al prestarte dinero. Se construye a partir de tu historial de pagos, nivel de endeudamiento, antigüedad crediticia y otros datos personales y financieros.

Esta puntuación busca predecir la probabilidad de que cumplas con tus obligaciones de pago. Cuanto más alta sea, mayor confianza tendrá la entidad para aprobarte un préstamo o una hipoteca en condiciones favorables.

  • Excelente: 750–850 puntos (FICO) o 851–999 (Equifax Veraz en Argentina).
  • Bueno: 700–749 puntos.
  • Aceptable: 600–649 puntos.
  • Bajo: 550–599 puntos.
  • Muy bajo: menos de 550 puntos.

Es importante diferenciar entre tu historial crediticio y tu score. El historial recoge todos tus préstamos, tarjetas, cuotas y posibles retrasos. El score, en cambio, lo sintetiza en un solo número, integrando además tu nivel de ingresos y tu grado de vinculación con la entidad.

Por su parte, el scoring bancario es el modelo interno de cada banco que combina datos de burós de crédito (Equifax, Experian), información de la propia entidad y variables socio-demográficas para decidir si ofrece un préstamo, en qué importe y bajo qué condiciones.

Cómo se calcula tu puntuación: factores clave y pesos

Los modelos de tipo FICO, ampliamente utilizados, ponderan distintos factores de la siguiente manera:

  • Historial de pagos (35%): incluye pagos puntuales, retrasos, refinanciaciones y morosidad.
  • Uso de crédito (30%): relación entre tu deuda y tu crédito disponible o tus ingresos.
  • Antigüedad del historial (15%): un historial largo y positivo genera más confianza.
  • Nuevas solicitudes (10%): demasiadas consultas en corto plazo pueden perjudicarte.
  • Tipos de crédito (10%): diversidad de productos bien gestionados, como tarjetas, préstamos y hipotecas.

Además, los bancos suelen valorar:

  • Ingresos y estabilidad laboral: nómina, antigüedad en el empleo y tipo de contrato.
  • Patrimonio y bienes: inmuebles, vehículos, ahorros e inversiones.
  • Vinculación con la entidad: domiciliar nómina, recibir pagos, usar tarjetas y otros productos.
  • Finalidad del préstamo: consumo, vivienda o negocios, según políticas internas.

Tu score como aliado en la concesión de un préstamo

Cuando tu puntuación es alta, tu score se convierte en un verdadero aliado:

Por ejemplo, dos solicitantes piden 10.000 €. El primer solicitante, con score alto, obtiene el préstamo sin aval, a un tipo de interés bajo y con un plazo de devolución cómodo. El segundo, con score bajo, solo consigue financiación más cara, con aval y un cronograma de pagos más exigente.

Tu score como enemigo cuando es bajo

Un score reducido puede convertirse en un enemigo implacable:

• Aumenta la probabilidad de rechazo de tu solicitud.
• Si te aprueban, sueles pagar tasas abusivas y afrontar plazos cortos con cuotas elevadas.
• Necesitas avales o garantías adicionales, cerrando el acceso a productos premium.

Por ejemplo, con un score de 550–599, te arriesgas a ver cómo los bancos solo ofrecen préstamos con intereses muy altos o directamente rechazan tu petición.

Estrategias para mejorar tu score crediticio

La buena noticia es que puedes actuar para subir tu puntuación y convertirla en tu aliada financiera. Sigue estos pasos:

  • Paga siempre a tiempo: prioriza tus cuotas y evita retrasos, incluso de días.
  • Mantén una proporción deuda/ingresos razonable: no supere el 30% de tu capacidad de pago.
  • Diversifica tu crédito: combina tarjetas, préstamos y financiamiento a plazos de manera responsable.
  • Evita solicitudes múltiples en un corto período: cada consulta dura puede restar puntos.
  • Incrementa tu antigüedad crediticia: conserva cuentas y tarjetas activas con buen uso.
  • Fortalece tu vínculo bancario: domicilia nómina y utiliza productos adicionales.

Además, revisa periódicamente tu informe de crédito para detectar errores o fraudes y corrígelos de inmediato. Mantener un historial limpio y transparente es la base de un buen score.

Convierte tu score crediticio en un vehículo de oportunidades. Con disciplina financiera, hábitos responsables y un plan claro, podrás acceder a mejores préstamos, ahorrar en intereses y alcanzar tus proyectos con mayor facilidad.

Yago Dias

Sobre el Autor: Yago Dias

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